Etapa 1
Comenzamos esta espectacular ruta en un enclave muy especial de Cuenca: Ventano del Diablo. Se encuentra enclavado en una impresionante hoz formada por el discurrir del río Júcar, en las inmediaciones del municipio conquense de Villalba de la Sierra. Se trata de una especie de cueva horadada en la roca desde la que, con cientos de metros de desnivel, se contempla en todo su esplendor el río Júcar abriéndose paso por una angosta garganta. Un enclave ideal para rodar sobre nuestras motos mientras disfrutamos del paisaje.
Nos dirigimos así hasta otro lugar único para nuestros sentidos. Las Majadas los callejones. Formados por la continua erosión de las rocas calizas provocada por el agua y el viento. El nombre proviene de las piedras calizas que dan lugar a estrechos corredores, a sinuosos pasadizos, que se asemejan a callejones. Se puede realizar la ruta de 3 kilómetros accesible a todos desde el parking.
El Mirador del Tío Cogote con vistas al cañón del Júcar es nuestro siguiente destino. Se trata de un majestuoso e impresionante balcón natural con vistas al cañón del Río Júcar. Un gran valle repleto de vegetación se extiende bajo los pies del visitante mientras contempla el majestuoso vuelo del buitre leonado que aquí vive.
Otro punto de interés en este viaje es El Hosquillo, un centro de la naturaleza: En el “corazón” del Parque de la Serranía de Cuenca podremos observar ejemplares de fauna ibérica, conocer vegetación característica de la Serranía en un ejemplo vivo de biodiversidad único. Desde aquí también disfrutaremos la vista del surco intramontañoso cerrado tanto en su cabecera como en su salida por una muralla de escarpes verticales. El paisaje es espectacular.
Tras esta visita ponemos rumbo a el Nacimiento del Rio Cuervo: Aunque la zona más visitada y conocida del Monumento Natural por sus bellísimos saltos de agua, existen otras zonas destacables y con elementos de gran relevancia y belleza, como el Rincón del Cuervo. Asimismo, la elevada altitud y abundancia en precipitaciones de la zona permiten la presencia de especies de fauna y flora inexistentes en otros lugares de Castilla-La Mancha. Así lo es también Poyatos, tras el anochecer muchos aprovechan esta localización por ser un gran lugar para disfrutar de las estrellas lejos de las luces.
Conoceremos Fuertescusa, un pueblo típicamente serrano, rodeado de grandes masas rocosas y espesos pinares que lo dotan de una belleza inigualable. También cuenta con alrededor de cien fuentes, de muchas de ellas todavía emana agua y te las puedes ir encontrando en esos paseos, aguas limpias y cristalinas. Siguiendo nuestra ruta llegamos a las puertas del infierno que son 3 impresionantes arcos de piedra bajo la cual discurre la carretera en la que nos encontramos rodando.
Pasando por Cañamares encontramos una coqueta playa artificial. Recomiendo un alto en el camino, dispone de un bar- restaurante y un buen baño si el día nos acompaña.
Llegamos a Priego y cruzamos el estrecho de un cañón y veremos el precioso convento de San Miguel que se puede visitar. Este también es un buen lugar para almorzar si se lleva comida en el viaje.
Regresamos hacia Cañamares y hacia Cañizares llegamos a Puente Vadillos donde se encuentra la fabrica y balneario de las conocidas aguas de Solán de Cabras.
Salimos sobre nuestras motos y llegamos a hoz de Beteta donde podemos disfrutar de la “cueva de la Ramera” a la cual que se accede desde la fuente de los tilos por un paseo muy bonito.
Llegamos a Beteta, considerada la puerta de la Serranía de Cuenca y seguimos hasta Masegosa.
Bajamos hacia Peralejos de las truchas para comenzar el Alto Tajo en la provincia de Guadalajara, seguimos rumbo hasta Checa y Chequilla donde paramos a disfrutar de su rocoso y rojizo paisaje, continuamos hacia Orea para empezar los Montes Universales cruzando Guadalviar, nacimiento del río Tuéjar para seguir rodando hacia el nacimiento del Rio Tajo.
Descendemos el Puerto de El cubillo para llegar a la presa de La Toba dirección Uña, donde nos encontramos la bonita Laguna de Uña, continuamos descendiendo disfrutando de conducir al filo del cañón del Júcar hasta llegar a la Ciudad Encantada.
Nos adentramos en el último tramo de esta etapa rumbo a Valdecabras, para después ascender hacia la parte alta de Cuenca, donde se halla el Castillo, parte más alta, donde podremos divisar vistas a la ciudad. Después, podremos comenzar una ruta circular que nos permitirá avistar las casas colgadas de Cuenca y llegar al centro de la ciudad para visitarlo.
Poniendo fin a esta primera etapa por todo lo alto, os recomendamos degustar sus platos más típicos como son: el Morteruelo, Zarajos, ajo arriero y toda la gran oferta de gastronomía que nos ofrece esta región terminando con su licor más típico; Resolí.