Ruta Segovia por Jacinto Alonso

Ruta Segovia por Jacinto Alonso

Ruta representativa Segovia por Jacinto

SEGOVIA SUR. CURVAS Y MONTAÑAS

No podíamos iniciar nuestra ruta de otra manera, sino a los pies del majestuoso Acueducto romano, que hasta a los indigenas, nos hace volver la cabeza cuando pasamos a su lado. Es ademas un enclave especial para iniciar  la ruta, después de desayunar en alguna de las terrazas anejas al monumento (si es que nuestro estómago nos pide algo mas que un café, tras el cochinillo (La Codorniz) o cordero (Maribel), o una suculenta cena en el archiconocido José Maria), con los que obligatoriamente nos tuvimos que regalar ayer).

Desde allí, cruzamos el casco urbano a través de la plaza Mayor (apto solo para motos), y pasando a los pies de la catedral, de unas dimensiones sorprendentes, no dirigimos al Alcazar, sin duda uno de los monumentos más bonitos y emblemáticos de España. Merece visita obligada al interior para disfrutar de sus espléndidas estancias, así como de sus grandes vistas.

Siguiendo la ruta, bordeamos el Alcazar, contemplando su belleza desde todos los ángulos, pudiendo parar en alguno de sus miradores.

Visita obligada también, la Iglesia Templaria de la Veracruz, de planta octogonal , donde los caballeros de la Orden de Malta, se siguen reuniendo todos los Viernes Santos.

Continuamos hacia una de las joyas más desconocidas de la ciudad, y es la plaza de San Lorenzo, con su espléndida iglesia románica, y con su genuino sabor a “pueblo”, en la que uno parece haber vuelto al pasado, en una Segovia  aún medieval. Si queda algo de hambre y de sed, es un lugar espectacular para hacer un alto, y refrescarnos o calentarnos, seguro sea la época del año.

Esta parte de la ruta, bien merece a lo mejor, para los más turísticos, dedicarle un mañana en exclusiva, incluyendo la visita a San Ildefonso de la Granja, y dejar el resto para una segunda etapa. Si bien, los traseros mas ilustres pueden preferir, dedicarse menos a los monumentos, y disfrutar con la ensalada de curvas que les esperan…

LA RUTA

Dejamos atrás Segovia y su Barrio de San Lorenzo, para dirigirnos hasta Turégano, otro pueblo monumental de la provincia, que cuenta con un soberbio castillo, y con una plaza con multitud de bares y restaurantes en los que comer o tapear.

A partir de aquí, la ruta no tiene desperdicio, y nos permitirá gozar de cada kilometro, disfrutando del paisaje y/o trazando y enlazando curvas sin descanso.

La primera parada obligatoria es San Ildefonso, con su archiconocido Palacio y sus jardines (si contamos con tiempo suficiente y os gusta  el turisteo, no dudes en aparcar la moto y realizar una visita) El pueblo es muy agradable de caminar y cuenta con una gran oferta gastronómica, entre los que nos hemos permitido señalar varios : La Taberna del Pelón, por lo desconocido y la calidad gastronómica a buen precio, El Zaca, por lo clásico, y Embajadores, como uno de nuestros preferidos para tomar unas cervezas o vinos.

Desde la granja, ya comenzamos a recorrer la sierra de Guadarrama, con los tupidos pinares de Valsaín, (de los escasos pinares autóctonos que quedan en España), y adentrándonos un poco en la comunidad de Madrid, continuamos hasta Venta Marcelino, parada obligatoria de los Moteros de la zona, donde podemos apretarnos un buen pincho de tortilla para seguir camino de Lozoya, y encarar el puerto de Navafría que nos volverá conducir a la provincia de Segovia.

Este puerto, cuenta con una carretera muy estrecha, con curvas muy cerradas, pero merece la pena disfrutarlo  a ritmo de paseo, con la visera levantada, llenando los pulmones con aire de la sierra ( no dudéis, si podéis hacerlo con la montaña nevada, es especial).

La carretera nos deja el plaza del pueblo de Navafría, donde el restaurante Lobiche, nos prepara un cochinillo cochifrito, para hacernos saltar las lágrimas. Aunque según la hora, también podemos esperar a la siguiente parada (Pedraza) para tomarnos un corderito asado, en alguno de sus establecimientos

Como ya hemos dicho, nos dirigimos a la villa de Pedraza, (Escenario de la reciente Serie de Alex de la Iglesia “30 monedas”). Pueblo este muy cuidado, con su castillo (donde se aloja el museo Zuloaga) y sus casas señoriales de piedra, no en vano la consideramos los segovianos nuestra “Santillana del mar”. Buen sitio también para deleitarse con la gastronomía local, y cómo no, el cordero.

Dejamos la afamada villa, para dirigiremos por una divertida ruta, hasta otro de los grandes pueblos, Riaza, con su gran plaza mayor, y sus callejuelas.. tristemente empañadas por la grandeza de sus pueblos vecinos. Y desde allí, iniciaremos el ascenso hasta el pintoresco lugar de la Ermita de Hontanares y su mirador de piedras Llanas. Preciosa ascensión , donde el enclave y las vistas, nos hacen olvidar el escaso valor de la construcción.

Nos adentramos ahora en la zona de los pueblos rojos y negros, espacio que requeriría solo por sí una jornada, para no dejarnos nada por ver. Pero al menos, conoceremos los pueblos de Madriguera, y el Muyo, que no tienen desperdicio. Especialmente para los amantes de la fotografía.

Y para rematar nuestro tránsito por esta zona, llega Ayllón. Para nosotros una de las auténticas joyas Segovianas, quizás no tan conocida como Pedraza, pero a nuestro parecer, mucho más autentica.

Desde su entrada medieval, a pasear por sus empedradas calles, contemplar su plaza y sus soportales recios y castellanos, la iglesia de San Miguel, o acercar las motos su minúsculo, pero precioso castillo… eso, eso no tiene precio. Y si le añadimos la oferta hostelera de calidad, se convierte en una parada que no va a dejar a nadie indiferente.

Nos alejamos de Ayllón por el cauce del rio Riaza, y sus impresionantes peñas buitreras, que no dan un colosal recibimiento al medieval pueblo de Maderuelo, con vistas espectaculares sobre el pantano. Nos adentraremos hasta la picota: “El Rollo”, donde amarraban a los ajusticiados para escarnio publico, y después olvidaremos a aquellos ajusticiados, visitando los lanzapiedras que vigilan el valle, y tomaremos, ya de salida un refrigerio en alguno de los bares con vistas sobre el agua.

Y para acabar la jornada, nos dirigiéremos al final de la ruta, Sepulveda, observando de frente el grandiosos anochecer segoviano, y recordando y saboreando, todos los lugares vividos y los caminos recorridos, QUE NO SON POCOS!!!

SEGOVIA NORTE. HOCES Y CASTILLOS.

En esta  segunda ruta recorreremos, saliendo de Sepulveda, las llanuras segovianas, rodando entre cultivos cerealistas (dignos de ver especialmente en primavera, y en verano antes de la cosecha) y las arboledas del “mar de Pinares”, contemplaremos grandes construcciones militares testigos de otras épocas mas violentas, y nos dejaremos sobrecoger por serpenteantes hoces, que los ríos horadan en sus calizos roquedos.

La villa de Sepulveda, ya merece un recorrido por sus callejuelas, especialmente su plaza de España, pequeña, pero de un indudable sabor castellano, el mirador de la Virgen de la Peña, la románica iglesia del Salvador, o las puertas y lienzos de muralla que aun se conservan.

Y qué mejor empezar la ruta con un buen desayuno en una de las soleadas terrazas de la Plaza… que tal unos torreznos recién hecho con una cañita (sin, para los que manejan)?

Cogemos nuestras monturas, y desde allí, no dirigimos hasta el mirador de Zuloaga, para poder contemplar las mejores vistas sobre la villa y así despedirnos de ella, y después retomamos camino, por una carretera, estrecha y sinuosa, que asciende, paralela al rio, hasta Villaseca, desde donde sale una pista (ancha, plana y sin ningún tipo de dificultad) que nos conduce hasta la Ermita de San Frutos, Patrón de Segovia. Este es un enclave único, desde el que se observan las mejores vistas de las Hoces de Duratón, la ermita, los impresionantes cortados sobre el rio, y casi con seguridad, las colonias de buitres volando a muy baja altura.

Elegimos las carreteras más divertidas, dentro de las posibilidades que nos brinda la estepa castellana, para adentrarnos en la zona del pinares y dirigirnos a la villa de Cuellar, con su impresionante castillo que merece la pena una visita, así como recorrer alguno de los bares del casco antiguo, o darse un capricho, y comer un chuletón de Buey como pocos en La Brasearía.

De castillo a castillo, y tiro porque me toca… partimos hacia Coca,  donde nos aguarda uno de los castillos mudéjares más impresionantes de la geografía española, enclave ideal para inmortalizar nuestra monturas sobre ese marco incomparable, y tomarnos unas buenas tapas en los bares cercanos.

Salimos rumbo a Segovia por carreteras secundarias, pasando las poblaciones de Bernardos, famoso por sus explotaciones de pizarras (parada obligatoria en el Bar Samda, para degustar sus exquisitos pinchos), Armuña y Añe,  por una carretera muy divertida, en la que podremos disfrutar de un buen tramo de curvas, para cerrar la jornada y adentrarnos en Segovia con una buena sonrisa bajo el casco.

Características de la ruta
Datos de la ruta
Tipo de ruta Circular por toda la provincia de Segovia
Estilo de moto Todas
Punto de salida Segovia
Punto de llegada Segovia
Distancia total de la ruta 501 Kms
Duración 1 dia
Velocidad media 80 Km/h

Ruta Segovia por Jacinto

Puntos de Interés
Segovia Paseo y visita al acueducto
Duraton Hoces de Duraton
Motobares de la ruta
Alojamientos de la ruta recomendados
Recomendaciones para comer
Gasolineras en la ruta
Gasolinera Trayecto con varias gasolineras sin mucha distancia entre ellas

2017 Kawasaki KFX® 90 Images

Kawasaki H2R - World Record 400 km/h in 26 sec. HD

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